domingo, 7 de abril de 2013

Etapa 3 Maroc Challenge 2013. De Erfoud a Merzouga (240 kms).

Crónica de la tercera etapa desde Erfoud a Merzouga de los equipos de la aventura es la aventura en la Maroc Challenge Spring Edition 2013.
 
Como cada mañana, nos levantamos temprano para recoger la tienda (esta vez seca debido a las altas temperaturas de Erfoud), montar “a lo tetris” las cosas en los marbellitas y prepararnos para asistir al briefing diario. Ya se mascaba la tragedia desde la noche anterior. Se rumoreaba por el camping la etapa 3 del raid, como una de las más duras y de las de tirar de plancha y pala por la cantidad de arena que íbamos a tragar. En el briefing (aunque siempre lo maquillaban mucho para los 4x2) ya nos dijeron que iba a tener ciertas dificultades para nuestros coches, así que nos miramos todos diciendo: “chicos desayunad fuerte que hoy tenemos curro”; de hecho la pareja que conocimos el día anterior con otro marbella (Mario y Ángela) se acercaron por la mañana para decirnos que podíamos ir en grupo porque la etapa de hoy se mascaba chunga. Nosotros ya habíamos comentado que era una etapa para ir en grupo coches como los nuestros, y así fue en principio, aunque fuimos haciendo más amigos y grupo por el camino debido a las tremendas dificultades.



Después de salir del camping, fuimos, como todas las mañanas, a llenar el depósito a la gasolinera más cercana y empezamos la etapa.


Al principio era una pista de tierra con bastantes pistas paralelas, que realmente se podía ir por cualquiera de ellas a una velocidad considerable y sin ninguna dificultad, de momento todo parecía a favor. A los pocos kilómetros nos encontramos con las primeras zonas de arena con no demasiada dificultad. Íbamos buscando dentro de lo posible las zonas en las que el coche podía traccionar, y de esta forma, buscando siempre apoyo en terreno duro, íbamos salvando todos los obstáculos que salían a nuestro paso.


Había zonas de arenas más cortas, más largas, con más espesor pero las fuimos pasando poco a poco, primero unos coches y luego el resto para evitar, en la medida de lo posible, quedar más de un coche atrapado a la vez. A los pocos kilómetros nos encontramos con la primera dificultad, una zona de arena previa a un Oued, con la correspondiente bajada y la salida del mismo, también con arena mezclada con piedras y terreno duro; había que leer muy bien el terreno para poder pasar del tirón. El marbella rojo, con Richi al volante, logró pasar de una vez con bastante complicación pero con la destreza del piloto y sobre todo, leyendo el terreno a toda velocidad. El diálogo entre piloto y copiloto era para haberlo tenido grabado: "por aquí, no por allí, izquierda, derecha, ahí parece que está duro" en fin, una multitud de órdenes, consejos y palabras en menos de 3 minutos. Al final pasamos el Oued pero al iniciar la salida del mismo por una zona de arena más espesa y entre arbustos nos quedamos atrapados apenas 2 metros de la salida. Los otros dos marbellas que iban detrás ni siquiera consiguieron bajar al Oued, ya que se quedaron atrapados en el arenal previo a la entrada del Oued, junto al BMW que nos encontramos por el camino. Como suele pasar, siempre te encuentras a otro participante que pasa o coincide contigo, así que esta vez, conseguimos no tirar de pala y plancha y que pudiese eslingar a los dos marbellas y al BMW. En este caso, nuestro salvador fue un Range Rover, que hizo el trabajo sin muchos problemas.



¡Vaya espectáculo!
Una vez pasado el Oued, hicimos unos cuantos kilómetros de pista más dura y sin ningún tipo de problema hasta que llegamos a la maravillosa Torre de Orión (esta etapa era preciosa ya que pasábamos por algunos monumentos). Allí decidimos parar a hacer unas fotos porque la ocasión lo merecía y nos juntamos con los coches de la organización que nos venían siguiendo los pasos.




Seguimos nuestro camino y nos volvimos a encontrar con otro arenal bastante complicado donde fue inevitable quedarnos atascados los tres coches.Mientras intentábamos sacarlos, vimos llegar un Peugeot 405 y avisamos a sus ocupantes para que fuesen por otro camino, en este caso no atravesando el arenal, sino circulando a lo largo del Oued que teníamos a la izquierda y que tenía un terreno más duro y pedregoso.  Así lo hicieron y consiguieron no quedar atascados. Nos ayudaron a sacar nuestros tres coches, tarea nada fácil pues el arenal era muy profundo y al final fue necesario empujar entre muchos, mucha pala y una idea que tuvimos que nos funcionó bastante bien a partir de entonces, que fue ir esparciendo planchas en puntos clave para que los coches fueran cogiendo tracción en los sitios más conflictivos. Después de esto nos acompañaron en nuestra etapa ya que se iban quedando atascados prácticamente en los mismos sitios que nuestros queridos Marbellas. Os lo podéis imaginar, palas, planchas y otra vez a currar duro bajo las altas temperaturas para sacar ya a los 4 coches (los 3 marbellitas y el Peugeot). Una vez que terminamos la ardua tarea, había que pasar por otra zona imposible para nuestros pequeños, así que decidimos buscar un paso alternativo que resultó ser un gran éxito, en vez de atravesar el Oued, decidimos seguir su curso hasta encontrar un paso más apropiado, y así lo hicimos. La única complicación fue salir de él por una rampa de subida que, cómo no, tenía arena, pero dándole gas a fondo, conseguimos salir todos los coches sin ningún problema, eso sí de uno en uno y poniéndonos todos, como si fuésemos señales verticales de tráfico para indicar la salida al piloto con nuestro cuerpo y nuestros gestos con los brazos (un verdadero espectáculo).


Seguimos haciendo kilómetros por estas fantásticas tierras, viendo paisajes desérticos, zonas completamente áridas, un espectáculo de la naturaleza la verdad, pasamos por el siguiente monumento en forma de caracola, hasta que vimos la siguiente complicación. Se había vuelto a quedar empanzado el 405 en una subida de arena, así que decidimos parar unos 200 metros antes para estudiar la situación y poder pasar nosotros sin complicaciones. De hecho pasó también un Lada Niva, por la zona donde se había quedado el 405 y pasó perfectamente, eso sí, dándole gas a fondo y no demasiado convencidos, esto demuestra la dificultad para nuestros coches.

Al poco rato de estar allí estudiando la situación, llegaron Xavi y su padre, cómo no, con un problema en su Renault 4L. Estaban sujetando la caja de dirección con unas cinchas porque se les había partido el soporte y se les caía ja, ja, ja. Mientras ellos seguían con su apaño, nosotros estudiamos la situación para buscar un paso mejor y decidimos poner planchas en el suelo para ayudar a traccionar a los coches en la subida de arena, y así lo hicimos, ningún problema para los coches. Cuando subimos los 3 coches fuimos para el 4L de Xavi que ya estaban finalizando su apaño y decidieron acompañarnos en el resto del tramo. Seguimos nuestro camino a buen ritmo pasando por el siguiente monumento: escalera hacia el cielo. El 4L de Xavi y su padre iba el primero marcando buen ritmo por si tenía algún problema más con el soporte de la caja de cambios.


Unos kilómetros más adelante el mar bella blanco se quedó parado, debido a un extraño ruido metálico que hacía en marcha. Parecía que podía ser uno de los taco motor (así fue ya que en la jornada de descanso tuvimos que cambiarlo), el correspondiente silenblock del taco estaba completamente destrozado. Decidimos mirarlo al día siguiente y proseguimos nuestra marcha. Al cabo de unos cuantos kilómetros, el 4L decidió pasar a fondo por un paso complicado de arena pero no tuvo éxito, se quedó totalmente empanzado. Volvimos a tirar de todas las planchas y palas para poder sacarlo con poco éxito. Xavi se había quedado pero bien, cuando los de la organización estaban preparados para eslingarlos, al final milagrosamente conseguimos sacarlo.


El resto de coches buscamos un paso alternativo haciendo nuestra fila humana de indicaciones verticales y conseguimos pasar a base de gas y buscando zonas duras para ir cogiendo tracción. Poco nos duró el descanso ya que, poco más adelante nos encontramos con otro arenal donde volvimos a parar para estudiar la situación. Aquí nos encontramos con un grupo de 4x4 que nos preguntaron: ¿estos son los panda 4x4 verdad? a lo que respondimos: que va, son los pandas 4x2. Se llevaron las manos a la cabeza: "¿y cómo habéis llegado hasta aquí? ¿estáis locos?". Desde luego, no les faltaba razón. Los marbellas rojo y blanco, sin saber muy bien cómo, consiguieron pasar del tirón pero más adelante, previo a un oued completamente lleno de arena totalmente imposible, donse se quedaron ya por imposibilidad. El resto se quedó metros más atrás, pero viendo el paso imposible previo al oued, y lo que era aún peor, el oued en sí lleno de arena y sin paso alternativo posible, decidimos rendirnos ante la evidencia. Intentamos tirar de pala y planchas pero entre el agotamiento, la imposibilidad del terreno y el espectáculo que se veía delante, era absurdo dejarse más fuerzas. Nos tuvieron que eslingar a todos los coches desde donde estábamos hasta el otro lado del oued, previo a la rampa de salida en cuesta. Desde luego fue la parte, no más complicada, sino completamente imposible para los 4x2, al menos para los que no llegan ni siquiera a los 40 cv de potencia.


Subimos la rampa sin problemas, salvo el marbella blanco que subió con tanto gas que culeó de atrás, dando un espectáculo digno de haber sido grabado. Salimos por un precioso palmeral y continuanos nuestro camino.


Después de un pequeño enlace de carretera, el track nos vuelve a desviar a la izquierda para coger otra pista muy divertida pero traicionera. Esta vez se trataba de atravesar una zona que mezclaba terreno duro y árido con pequeñas (no para nuestros coches) dunas, que debíamos ir sorteando y cogiendo en la medida de lo posible por la falda de las mismas. Lo íbamos haciendo bastante bien y el paisaje era simplemente espectacular, hasta que en una de ellas, nos volvimos a encontrar con nuestros compañeros del Peugeot 405, esta vez seriamente empanzados en una de ellas. Estuvimos un buen rato intentando sacar el coche, incluso probamos a eslingarlo con el Marbella de Mario, pero resultó del todo imposible. Después de un buen rato, no quedó más remedio que esperar a que le sacase un coche de la organización...





Eso sí, aprovechamos este rato para deleitarnos con un paisaje sencillamente desolador, que jamás podremos encontrar en Europa...



Nuestro amigo Xavi seguía delante con su 4L dándole bastante zapatilla, ya que habíamos perdido mucho tiempo. Pasamos por unas pistas rápidas totalmente desérticas, pedregosas, pero por fin habíamos dejado la arena atrás. Íbamos perdiendo a Xavi por delante, ya que el panda de Mario iba perdiendo ritmo hasta que lo perdimos completamente. Decidimos esperarle mientras tomamos una merecidísima cerveza de nuestra nevera portátil. Mientras esperábamos, pasó el 405 y nos informó que Mario había roto el amortiguador trasero. Esperamos a Mario y decidimos separarnos ya que su ritmo sin amortiguador era aún más bajo. Unos cuantos kilómetros más adelante el track se desviaba para ver la impresionante construcción donde se filmó la película "La momia".Intentamos subir hasta arriba pero la rampa era muy pronunciada y con un pedregal muy difícil de subir puesto como ya comentamos anteriormente, la primera del Marbella es escupida continuamente, dejándonos parados sin fuerza ni tracción en el peor de los momentos. Decidimos no seguir castigando la mecánica y dar la vuelta, algo que no resultó nada fácil en tan estrecho y pedregoso camino. Al final tuvimos que tirar de plancha y del peso de Richi en el capó del coche, para darnos la tracción que nos faltaba y sacamos del entuerto. Nos dimos la vuelta y volvimos a coger el track. Esa misma tarde supimos que Mario no lo había intentado, bastante tenía el pobre.



Terminamos la interminable parte de tierra y cogimos el tramo de enlace de carretera hasta el hotel. Aproximadamente a siete kilómetros del mismo, nos encontramos de nuevo con Mario y Ángela en el arcén de la carretera, entrando a un poblado que teníamos a la izquierda frente al Erg Chebbi. Paramos junto a ellos para ver si había vuelto a tener algún problema, pero no, resulta que los problemas ¡se los llevamos nosotros! Y es que simplemente estaban buscando el Hotel Nomad Palace donde no debían y les dijimos que nos siguiesen, que era más adelante. En esto que, en una calle del poblado, toda de bonito y duro asfalto, en la que sólo había un aislado y solitario trozo de arena blanda... va el Marbella rojo y por hacer el mangurrián se queda atascado!!!. Teníamos que haber tomado una instantánea de las caras de Mario y Ángela. ¡No se lo podía creer!. La situación era bastante ridícula, y es que, sacar las planchas y la pala en mitad de un poblado, en un arenal de apenas seis metros de longitud, aislado entre cientos de metros de bonito asfalto, mientras la gente te mira con cara de no entender nada... no tiene precio, ja, ja, ja.

Después del "gag" del día, seguimos hacia el hotel. Justo a la entrada del mismo empezaba la última parte de la etapa, pero sabíamos que era un tramo en bucle muy duro, era tarde y habíamos movido suficientes dunas por un día, así que decidimos finalizar la etapa. Cuando entregamos el track, con la correspondiente penalización por tiempo e incumplimiento del tramo, el encargado de cargar los tracks de los participantes nos dijo: habéis hecho muy bien con no hacer el bucle. Creo que esto lo explica todo ;). Como resultó que el "camping" de Merzouga era exactamente igual que el de Midelt, es decir, acampa donde puedas en el parking del hotel, y en este caso, era para cuatro noches, decidimos buscarnos algo más cómodo; estábamos agotados. Como Luis había estado ya en Marruecos un par de veces, tiró de contactos y encontramos el "riad mamouche", donde a muy buen precio nos han tratado, hemos dormido y comido como en casa.


Bueno, al final de este duro día, la recompensa llegó en forma de ducha caliente, cena y una buena botella de vino. Al día siguiente sería el día de descanso. Pero eso ya es otra historia...

2 comentarios:

  1. Ja ja! Me encantan vuestros relatos, sobretodo porque los siento como propios.
    Menuda etapa más dura, nosotros conseguimos pasar el enorme Oued pero a costa de golpear el coche duramente.
    Fdo. Uno de los del Peugeot 405

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  2. Me alegro mucho. Ya tenemos en el horno las siguientes etapas, que empezaremos a publicar mañana. ¡No os las perdáis!

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